Erase una vez, en el último día del verano,
Francisco paseaba con su hija Isidora en el bosque. Allí se encontraron con un
feroz oso y se fueron corriendo a su casa muy asustados donde Isidora conto a
su madre lo sucedido.
Al día siguiente Isidora estaba jugando con su
hurón, Javier y de pronto por la ventana vio al mismo oso que estaba entrando a
su cueva. Ella se sintió aliviada porque ya estaba llegando el otoño y dormiría
toda su vida, bueno, no toda "su vida", sino hasta la primavera , así que Isidora podría ir al bosque a
pasear con su familia.
Josefina Jarpa
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