En España existía hace tiempo una aldea
pequeña donde había una casa abandonada
y los vecinos más viejos decían que allí
vivía una niña que se rumoreaba era
vampiro y fue asesinada en una plaza cercana donde hasta el día de hoy nadie ha
querido entrar.
Una nueva
familia llego a la casa y su hija se llamaba Isidora, todo iba normalmente
hasta una noche en que sus padres tuvieron que salir a una reunión de trabajo.
Isidora que se estaba quedando dormida sintió
que alguien la espiaba desde el espejo que se encontraba frente a su cama.
Lentamente se levanto de la cama y de pronto se le apareció una niña de tez
blanquecina con rastros de sangre en sus ropas y dos puntos rojos en su cuello,
Isidora grito de susto y volvió a su cama tapándose con su colcha.
Volvió el
silencio, pero sintió un ligero suspiro en su oído, isidora se destapo y vio a
la niña frente a ella diciéndole que quería jugar. La niña le dijo que no, pero
aquella aparición insistía hasta que la tomo de la mano y se la llevo a la fuerza.
Una horas
más tarde llegaron sus padres y no la encontraron, solo observaron que el
espejo estaba trisado. De esta manera pasaron meses hasta que un día un policía
la encontró descuartizada en una plaza a
las 00:00, pero no estaba sola, a su lado estaba otro cuerpo, era Juliana, la
niña "vampiro".
Después de
investigar y examinar los cuerpos se descubrió que ambas tenían marcas en el
cuello, dos puntos rojos.
Al pasar
esto, los padres se enteraron y se marcharon de la casa desconsolados y con el
corazón roto, pero se dice que en cada familia que se muda a esa casa le ocurre
la desaparición de sus hijos y se encuentran descuartizados en una plaza a las 00: 00 para jugar con Juliana.
Contanza Berrios